El cambio de clima es un desafío para cualquier jardinero, ya que las variaciones de temperatura, humedad y luz solar pueden afectar la salud y el crecimiento de tus plantas. En la floristería Natalia García, comprendemos lo importante que es mantener tus plantas en óptimas condiciones durante todo el año. Por ello, te ofrecemos una guía práctica para proteger tus plantas de los efectos del cambio de clima y asegurar que sigan floreciendo con fuerza y belleza.

Conoce las necesidades de cada planta

El primer paso para proteger tus plantas es entender las necesidades específicas de cada una. Algunas plantas son más sensibles al frío, mientras que otras pueden sufrir con el exceso de calor o la falta de humedad. Investiga sobre las especies que tienes en casa y asegúrate de conocer sus requisitos de riego, luz y temperatura.

Clasifica tus plantas según sus necesidades y agrúpalas en áreas donde puedan recibir el cuidado adecuado. Por ejemplo, coloca las plantas tropicales en espacios más cálidos y húmedos, mientras que las plantas suculentas se beneficiarán de zonas con más luz y menos riego.

Cubre y protege del frío

Cuando las temperaturas empiezan a bajar, es crucial proteger tus plantas del frío extremo. Las heladas pueden dañar gravemente las hojas y raíces, por lo que cubrirlas es una excelente opción. Puedes utilizar mantas especiales para plantas, sábanas viejas o incluso cajas de cartón para cubrirlas durante las noches más frías.

Evita que las cubiertas toquen directamente las hojas de las plantas. Coloca estacas o soportes para crear un espacio de aire entre la planta y la cobertura, permitiendo una mejor protección térmica.

 

Mantén el suelo saludable

El suelo es la base de la salud de tus plantas, y durante los cambios de clima, puede volverse más seco o más húmedo de lo normal. Es fundamental asegurarte de que el suelo retenga suficiente humedad sin encharcarse. Agregar una capa de mantillo (mulch) alrededor de las plantas ayudará a mantener la humedad y regular la temperatura del suelo.

Utiliza compost orgánico como parte de tu mantillo para enriquecer el suelo con nutrientes. Esto no solo protege las raíces de cambios bruscos de temperatura, sino que también promueve un crecimiento saludable.

 

Riego adecuado en cada temporada

El riego es un aspecto clave que debe ajustarse con el cambio de clima. En otoño e invierno, la necesidad de agua disminuye, pero en primavera y verano, puede aumentar debido al calor y la evaporación rápida.

Riega por la mañana temprano para evitar que el agua se evapore rápidamente con el sol del mediodía. En climas más fríos, reduce la frecuencia de riego, pero asegúrate de que el suelo no se seque completamente.